Sistemas estáticos para la recuperación de energía
Una manera de contribuir a que tanto en casa, como en la oficina o en cualquier espacio interior, la calidad del aire sea la mejor es a través de un sistema de ventilación que permita la renovación constante del aire.
Es en este punto donde los recuperadores de energía son una gran opción. Pero ¿por qué ventilar? La respuesta, es muy simple: para eliminar los contaminantes que, además de viciar el ambiente, pueden afectar la salud de los ocupantes. Un recuperador de energía no es otra cosa más que un intercambiador de calor, los cuales están diseñados para transferir energía en forma de calor de un medio a otro, lo cual puede ser con ayuda de un gas o un líquido. Los sistemas de recuperación de energía proporcionan una forma controlada de ventilar un edificio mientras buscan minimizar las pérdidas de energía.
En cuanto su funcionamiento, éste consiste en tomar el aire del exterior e introducirlo en el recinto para sustituir el aire interior. Dentro de las aplicaciones más familiares, se encuentra la configuración aire-aire para ventilación o en sistemas de aire acondicionado. En el sector residencial se busca mejorar la ventilación, a través de una estrategia de empuje-tiro, para mitigar la temperatura y el potencial de humedad, al tiempo que se reduce la carga del sistema de aire acondicionado, lo cual implica beneficios en el ahorro de energía y reducción de costos.
Es importante destacar que este equipo puede instalarse de manera independiente con respecto al sistema de calefacción y refrigeración. Para esto, se debe hacer una calibración sobre la velocidad o el control opcional para ver el ciclo de energía; es un sistema intermedio en cualquier tipo de instalación.
Respecto al consumo energético, la ventilación genera aproximadamente el 45 por ciento del consumo energético en las edificaciones. En el sector educativo el consumo energético por ventilación es de un 9 por ciento, en el sector minorista es del 13 por ciento; en hospitales, una de las aplicaciones más fuertes para los recuperadores de energía, es de un 9 por ciento, y en lugares públicos es del 10 por ciento.
Existen diferentes tipos de sistemas de recuperación de energía para diversas aplicaciones, pero las características que comparten es que deben ser durables y estables estructuralmente, con una separación positiva de flujos de aire, alta transferencia de calor y de humedad, entre otras. Adicional a esto, los recuperadores de energía con de fácil acceso y con un precio competitivo.
Fuente: Revista Mundo HVAC&R
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